Redacción AP
Luego que Telcor notificara el
cierre de al menos seis emisoras católicas en Matagalpa, la dictadura Ortega-Murillo
inició el operativo policial para despojarles de los equipos. En la parroquia
Divina Misericordia, sede de la Televisión y Radio Católica de Sébaco, se desencadenó
la noche de este lunes una violenta represión contra feligreses que acudieron
al llamado del sacerdote Uriel Vallejos. Mujeres, ancianas y jóvenes fueron
golpeados por antimotines, hubo disparos al aire y lanzaron bombas
lacrimógenas.
“La dictadura no cederá y quiere
acabar con la iglesia como único espacio donde la gente habla, nombra las cosas
y ora” dijo una religiosa bajo condición de anonimato a Agenda Propia.
“La policía ha violentado los
candados de la capilla para entrar donde están los equipos (de Radio
Católica de Sébaco) para llevárselos”, denunció el padre Uriel Vallejos,
director de la emisora, quien se refugió en la casa cural. Desde ahí lanzó un
llamado desesperado a Sébaco: “Pueblo católico no me dejen solo”.
Decenas de feligreses llegaron para intentar detener la operación policial. Hubo enfrentamientos
que dejaron un número no determinado de heridos y se reportó la detención de un
joven identificado como Cristóbal Urbina, miembro de la pastoral juvenil.
El régimen militarizó la ciudad. De Estelí y Matagalpa llegaron represores
de la dirección de operaciones especiales. Agenda Propia constató que hay al
menos tres retenes policiales en la entrada a Sébaco, en la dirección de Managua a Matagalpa,
un segundo ubicado en el empalme de San Isidro, y en la salida de la comarca de
Chaguitillo.
Compartiendo la señal de las
cámaras de seguridad, la parroquia transmitió en vivo a través de las redes
sociales la ocupación de las instalaciones de la radio, lo que a su vez generó solidaridad
de la población que intentaba evitar el robo de los equipos que habían sido
comprados con sus ofrendas.
Las campanas del templo sonaban
sin cesar en señal de alerta. Los antimotines rodearon el templo, destruyeron
el circuito de cámaras de seguridad, cortaron la energía eléctrica y
finalmente dispersaron a los manifestantes por la fuerza. Uriel Vallejos hasta las seis de la mañana de
este 02 de agosto permanece en la casa cural, rodeado por la policía orteguista.
“Queremos dejar claro que, si
tocan a uno de nuestros sacerdotes, tocan a toda la Diócesis de Matagalpa”,
advirtió el clero de la diócesis en un comunicado.
Al final del día de ayer, el obispo Rolando Álvarez
retó a las autoridades de Telcor a demostrar públicamente quién tiene la razón
en cuanto la legalidad o no de las radios católicas.
“Hemos dado testimonio que el 7 de julio del 2016, personalmente fui a una reunión con el anterior director de Telcor con todos los folios de nuestras radios para pedir que nos pusieran en la ley, según las ordenes vigentes de Telcor, y nunca recibimos respuestas como es ya costumbre del Gobierno en este y muchos otros casos”, sostuvo.
“De tal manera que, si la
directora de Telcor me quiere recibir, le llevaré, con el recibido y firma de
ese mismo día de Telcor, todos los documentos que les presenté. Si ellos tienen
razón, yo mismo diré ante el pueblo que está correcto que cierren nuestras
radios, pero si no tienen la razón, que tengan la valentía y el coraje de decir
que ellos se equivocaron o que quieren a propósito cerrar nuestros medios
de comunicación”, retó.
“Andan como leones buscando a
quien devorar, pero se les olvida que la iglesia ha visto pasar el féretro de
sus perseguidores por años y sobre todo el de las dictaduras criminales” dijo
uno de los sacerdotes que fungía como director de una de las emisoras cerradas.
Otras emisoras cerradas por la
dictadura son:
A su vez el Centro Nicaragüense
de Derechos Humanos, dijo en las redes sociales que “el régimen ejerce la
represión como una dinastía familiar, por vínculos de afinidad o
consanguinidad, dicho así porque Nahima Díaz, directora de Telcor es cuñada de
Maurice Ortega Murillo, hijo de la pareja dictatorial, también, es hija del
comisionado Francisco Díaz Madriz”.
“Evidentemente hay un afán por silenciar la voz solidaria y evangelizadora de la iglesia católica, en especial la de Monseñor Rolando Álvarez #SuVidaCorrePeligro. Alertamos a la comunidad internacional sobre estos hechos que violentan la libertad religiosa y de expresión”, manifestaron.
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