Redacción AP
Un exdirectivo de la empresa
hidroeléctrica Empresa Desarrollos Energéticos S.A (DESA) fue condenado a más
de 22 años de prisión por ser el autor intelectual del asesinato de la
ambientalista hondureña Berta Cáceres, ocurrido el 2 de marzo de 2016.
Berta fue líder de
las protestas contra el proyecto de construcción de la represa hidroeléctrica
Agua Zarca antes de ser asesinada a tiros en su casa. El Tribunal de Sentencia
de Honduras declaró que Roberto David Castillo, cuya empresa había
recibido el contrato de construcción, había planeado el asesinato y contratado
a los pistoleros.
Castillo, otrora presidente
ejecutivo de DESA, también había sido oficial de inteligencia del ejército. El
tribunal encontró que había utilizado sus contactos militares y pagado a
informantes para coordinar y planear el asesinato de la activista,
quien fuera galardonada con el Premio Goldman en 2015, por su rol en
frenar la construcción de la presa.
Berta Cáceres enfrentó años
de amenazas por su oposición al proyecto de la presa, a cargo de la
compañía que presidía Castillo.
La ambientalista, que en 1993 fue
una de las cofundadoras del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e
Indígenas de Honduras (COPINH), se opuso activamente a los planes de DESA para
construir la represa hidroeléctrica Agua Zarca en el río Gualcarque, debido a
los daños que la obra podía ocasionar al ambiente.
La presa hubiera inundado
extensas áreas de tierra y cortado el suministro de agua, alimentos y medicina
para cientos de integrantes de la etnia lenca en el occidente de Honduras, que
consideran el río Gualcarque, sagrado y vital para su supervivencia.
Además de presentar denuncias
oficiales, Cáceres organizó bloqueos de carreteras que impidieron el paso de
trabajadores al sitio de construcción.
La empresa estatal china
Sinohydro, que conjuntamente desarrollaba el proyecto con DESA, finalmente se retiró
debido a la resistencia de la comunidad.
Castillo es la octava
persona condenada por la muerte de Berta Cáceres, ocurrida en la ciudad de La
Esperanza, departamento de Intibucá, en el occidente de Honduras.
En 2018, otras siete personas, incluyendo un segundo ejecutivo de DESA, Douglas Bustillo- recibieron
sentencias de entre 30 y 50 años por su participación en el asesinato de
Cáceres.
El COPINH elogió la condena
contra Castillo e instó a realizar más investigaciones de personas asociadas
con DESA.
Sin embargo, la hija de Cáceres,
Olivia Zúñiga Cáceres, escribió en Twitter que era "indignante"
que a Castillo "no se le ha aplicado la pena máxima".
Una de los abogadas de Castillo
dijo a la agencia noticiosa Reuters que planeaban apelar la sentencia.
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