Redacción AP
La dictadura Ortega-Murillo mandó
este 3 de mayo a la Asamblea Nacional, donde tiene mayoría abrumadora, una iniciativa para reformar la
Ley Electoral, a menos de seis meses para que se lleven a cabo las votaciones municipales
previstas para noviembre próximo.
La iniciativa fue presentada por
75 diputados orteguistas. En el texto señalan que la última reforma
«sustancial a la Ley Electoral», se hizo hace un año, es decir el 5 de mayo del
2021, a pesar del llamado de la comunidand internacional y la
oposición nicaragüense quienes proponían un marco legal que garantizará unos
comicios libres, justos, transparentes y observados.
Argumentan que la reforma la
proponen con base en la experiencia que les dejó el proceso electoral del 2021.Pretenden reformar los artículos 16, 21, 22, 70, 74, 85, 105, 148 y
158 de la actual Ley Electoral.
Con las reformas
pretenden «agilizar» la conformación de los Consejos Electorales
Departamentales y Regionales, así como la administración y funcionamiento de
las Juntas Receptoras de Votos durante el proceso electoral.
La junta directiva del Parlamento
anunció la conformación de una comisión especial que dictamine dicha
reforma, presidida por la diputada orteguista María Auxiliadora
Martínez Corrales, y la integrarán Edwin Castro, Irma Dávila, Jenny Martínez,
Wálmaro Gutiérrez, Lesther Flores Mayorga y Mario Ascencio Flórez.
Para el independiente Observatorio
Urnas Abiertas “ninguna de las nueve reformas propuestas sugieren reformas de
fondo que planteen mejorar la transparencia, o la integridad del
sistema electoral, como la despartidización de las instancias intermedias de
administración electoral, tampoco son reformas que permitan la observación
electoral independiente”.
Agregan que “Nicaragua
necesita un proceso electoral creíble, íntegro y legítimo. Las condiciones para
tener dicho proceso pasan por recuperar las libertades fundamentales,
incluyendo la libertad de las personas presas políticas, el cese a la
represión, levantamiento del estado policial, reformas electorales profundas,
observación electoral nacional e internacional, incluyendo la de
organizaciones de derechos humanos durante el proceso electoral”.
La reforma al Artículo 16 plantea una reducción de 15 a 5 días para la presentación de ternas a los
Consejos Electorales Departamentales, Regionales y Municipales, a criterio de
Urnas Abiertas esto “evita la fiscalización ciudadana por la rapidez con la que
pretenden reducir este paso. La reforma indica que si los partidos no presentan
la terna en el tiempo previsto el Consejo Supremo Electoral (CSE) podrá
nombrarlos de oficio”.
“Esta reducción de tiempo limita a
los partidos políticos autonombrados opositores y beneficia al oficialismo que
controla al CSE, ya que impide cada vez más la posibilidad de que quienes
integren los Consejos o las mesas electorales sean neutrales o independientes
y, más bien aumenta el control partidario sobre todo el proceso
electoral” cuestiona Urna Abiertas.
El Observatorio independiente alertó a la sociedad
nicaragüense que les “preocupa la manipulación excluyente que le puedan
dar al Padrón Electoral, tal como lo hicieron el año pasado, una estimación
técnica sugiere que desaparecieron más de un millón de votantes, cifra que a la
fecha el CSE no ha sido capaz de explicar. Por lo tanto, los cambios
de JRV no deberían de generar mayores confusiones ni exclusión de votantes” y expresaron
que “una reforma unilateral no resolverá la grave crisis política,
institucional y de Derechos Humanos por la que atraviesa Nicaragua”.
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