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Jesuitas en Nicaragua| Cortesía |
Redacción AP
Los Jesuitas
de Centroamérica se han pronunciado sobre el cierre del del Instituto de Historia de Centro América
y de la Asociación Ángelo Giuseppe Roncalli, conocido como Juan XXIII, organizaciones
que desde su fundación se han dedicado a trabajar con poblaciones vulnerables.
Bajo el argumento del régimen Ortega-Murillo de que las Organizaciones
Sin Fines de Lucro han incumplido las leyes que les regula, los Jesuitas afirman
que “tanto el IHCA como la Asociación Ángelo Giuseppe Roncalli, en el ejercicio
de su misión al servicio del pueblo nicaragüense, siempre observaron y
cumplieron las leyes vigentes en el país y en la Constitución de la República
de Nicaragua. La ética, el profesionalismo y la solvencia moral de ambas
instituciones y del personal que en ellas colaboraba está más que comprobada
por las personas beneficiarias de sus respectivas misiones” sostuvieron.
La Asociación Roncalli-Juan XXIII, tenía por misión
contribuir al ejercicio efectivo del derecho humano de los nicaragüenses al
acceso de una vivienda digna y a la salud, mediante una gestión sostenible en
la construcción de viviendas de interés social y la venta social de
medicamentos; fomentando en este proceso la capacidad de autogestión de las
personas en sus comunidades.
Los Jesuitas informan que “al momento del cierre estaba
presente en todo el territorio nacional a través de sus diferentes programas:
de vivienda (50 municipios, 3,857 viviendas construidas, 15,430 beneficiarios);
de salud (66 municipios, 122 puestos de venta social de medicamentos, 42
brigadas móviles, 350,000 beneficiarios por año); de proyectos integrales de
ecología (110 comunidades, 17,740 productores beneficiados)”.
Sobre el Instituto Histórico Centroamericano, los Jesuitas
recuerdan que fue “fundado en 1981 como centro de análisis, comunicación y
acción social, por más de cuatro décadas se dedicó a investigar, analizar y dar
a conocer la realidad nacional y centroamericana a través de la revista Envío;
a acompañar procesos de formación y organización con personas lisiadas de
guerra; a formar niños, niñas, adolescentes y jóvenes en el desarrollo de
liderazgos; a acompañar migrantes y sus familiares en la promoción y defensa de
sus Derechos”.
“Ante esta realidad, la Compañía de Jesús desea manifestar
que continuará con su misión de acompañar al pueblo nicaragüense” manifestaron
en el comunicado.
Esta semana la oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos dijo en un pronunciamiento que se encuentra “profundamente preocupada” por la entrada en vigor de una nueva ley para regular a las oenegés en Nicaragua.
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